La enfermedad celíaca (EC) es una enfermedad sistémica con base autoinmune que afecta principalmente al sistema digestivo. Está producida por la ingesta de gluten, una proteína presente de forma natural en muchos de los cereales de nuestra dieta diaria.
Se estima que entre el 1 y el 3% de la población mundial padece la enfermedad, siendo su prevalencia mayor en mujeres que en hombres (2:1). En España casi medio millón de personas la padece. El principal problema es que, de forma aproximada, el 75% de las personas que sufren EC están sin diagnosticar, debido en gran parte por la dificultad de su diagnóstico y el desconocimiento médico parcial de la enfermedad.
A parte de las pruebas específicas para su diagnóstico, los dientes y la boca en general pueden manifestar una serie de signos que guardan relación con la EC.
Defectos en los dientes.
El esmalte es el principal afectado. Se puede manifestar como puntos o manchas marrones, amarillentas o blanquecinas. En casos más avanzados puede perder su aspecto homogéneo y verse afectada su traslucidez.
El desarrollo dentario también se puede ver comprometido, provocando retraso en el crecimiento o anomalías en la forma.
Aftas orales
La EC puede provocar aftas recurrentes que con el tiempo pueden llegar a mermar la calidad de vida de quien las sufre
Caries y enfermedad periodontal
Esta enfermedad también puede afectar a las glándulas salivales, disminuyendo la producción de saliva. Esto se traduce en un aumentando del riesgo de padecer caries y enfermedad periodontal, además de dificultar el habla, la deglución y favorecer la halitosis.
“Aquellos que tienen el privilegio de saber, tienen la obligación de actuar” (Albert Einstein)